La telefonía móvil de cuarta generación (4G) tiene nombre: Se llama LTE (sigla en inglés de Evolución de Largo Término) y promete revolucionar este mercado con sus promesas de altísima velocidad en redes inalámbricas para equipos portátiles, entre ellos celulares, notebooks y netbooks. Esta tecnología busca mejorar la experiencia del usuario en los dispositivos móviles con velocidades ultrarrápidas y una respuesta inmediata a aplicaciones multimedia.
La evolución tecnológica y las necesidades de los operadores por aumentar los ingresos por usuario son los principales impulsores de LTE. En el primer caso, la mejora de las baterías, que multiplicaron su duración y el aumento de las memorias que incluyen las terminales convierten a los teléfonos móviles en sofisticadas computadoras.
Por ejemplo, Nokia lanza este mes el N97, un equipo con 32 GB de memoria interna, lo mismo que un disco duro estándar de una PC de escritorio de hace apenas cinco años.
Para soportar todas estos cambios y el aumento del tráfico que provocarán, será necesario el rápido despliegue de redes LTE, que son mucho más eficientes en la utilización del espectro para transmitir grandes cantidades de datos y que ofrecerán velocidades superiores a las redes de telefonía fija digital (ADSL) tradicionales.
Según algunos expertos, LTE podría ofrecer velocidades de transmisión superior a 100 MBps, con un potencial máximo de hasta 326 MBps en las descargas. La tecnología HSPA (High Speed Packet Access), sobre la que funcionan las redes 3G actuales, alcanza máximos de 14,4 MBps, y hasta 42 MBps en las descargas de HSAP+.
Implementaciones
Los líderes en el mundo en la etapa de transición de las actuales redes 3G (tercera generación) a LTE son China Mobile, el mayor operador móvil del mundo y Verizon, el segundo de los Estados Unidos, si se toma en cuenta la masividad de las aplicaciones. Los más avanzados en la fase técnica están en Escandinavia (ver más adelante).
Esta tecnología promete desde compartir videos a través del móvil a la descarga rápida de música. Y cuenta con el respaldo de varias de las compañías tecnológicas más grandes del mundo, que se comprometieron a brindar un marco de trabajo de licencias común para sus respectivas patentes.
Las firmas, que incluyen al mayor fabricante de móviles, Nokia, y al mayor productor de redes para móviles, Ericsson, quieren estimular la asunción de la nueva tecnología acordando dar licencia a sus patentes en base a términos justos y razonables. El grupo también incluye a Alcatel-Lucent, NEC, NextWave Wireless, Nokia Siemens Networks y Sony Ericsson.
Sin embargo, LTE podría no mostrar rápidamente una suba de ventas visible, pues no se espera que las primeras redes estén listas antes de dos años, y muchos operadores aguardarán más, a que la tecnología madure.
Verizon Wireless decidió construir una red LTE, mientras que China Mobile dijo que probaría esta tecnología este año.
Por su lado, Telefónica de España realizó este año las primeras pruebas públicas de LTE. La meta es poder lanzar la fase comercial en 2011, cuando se disponga de dispositivos adecuados.
En una demostración que se llevó a cabo en ese país, se realizó una llamada desde LTE a un teléfono de segunda generación, una video llamada desde esta nueva tecnología a un móvil UMTYS y se descargaron datos e imágenes en una computadora con velocidades superiores a los 140 MBps por segundo.
Cuando se comenzó a aplicar la telefonía móvil a datos (GPRS) en 2001 se tardaban 34,7 horas para descargar un GB, con la tecnología actual HSPA 20 minutos, y cuando entre en funcionamiento LTE tardarán 54 segundos.
Otro jugador del mercado, Motorola, abrió un laboratorio en el Reino Unido donde permite a los operadores probar LTE. Al igual que otros actores, trabaja sobre este estándar que ya está evolucionado en chips, equipos y estaciones base.
Pero antes de la etapa comercial, la mayoría de países tienen todavía que aprobar la concesión de licencias 4G en el espectro de 2.6GHz. Hasta ahora, los más avanzados son Suecia y Noruega, donde se entregaron las primeras licencias. TeliaSonera construye la primera red comercial LTE en Oslo y Estocolmo, utilizando infraestructuras de Ericsson y Huawei.
Argentina
En la Argentina, además de la indefinición en cuanto a las licencias, se suma el habitual “delay” que hay en la llegada y la adopción de las tecnologías de la comunicación en relación a su arribo a los principales del mundo.
Según explicó a iProfesional.com Francisco Suárez, gerente de Desarrollo de Negocios de Motorola para América latina en el área de Home y Networks Mobility, LTE es “la migración natural para los operadores” de telefonía móvil que trabajan sobre el stándard GSM, que utilizan la gran mayoría de los proveedores en el mundo.
Diego Scillamá, gerente regional de ventas para el área de Home and Network, destacó que “todos los operadores” en la Argentina “están interesados” en esta tecnología de 4G, aunque reconoció que conspiran contra su desarrollo “la falta de claridad en cuanto a las bandas” del espectro en las cuales operaría.
“Estimamos que dentro de dos años, más o menos, llegará a la Argentina”, sostuvo el ejecutivo, quien aclaró que esto dependerá de la resolución del “problema regulatorio” y advirtió: “LTE está en etapa de planificación, no de inversión, entre los operadores”.
Suárez señaló otro condicionante: Aunque ya se encuentra disponible una infraestructura para comenzar a desplegar estas nuevas redes, todavía no existen dispositivos en cantidades masivas para captarlas.
Los dos ejecutivos no descartaron la posibilidad que los primeros usuarios de LTE en la Argentina sean aquellos que hoy utilizan uno de los servicios con mayor crecimiento en el mercado: La banda ancha móvil.
Suárez estimó en ese sentido que los operadores identificarán primero a los usuarios intensivos de estas aplicaciones y apuntarán a las zonas donde se encuentran.
Fuente por: JZ Y VM
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